Entre el pasado y el futuro
El 8C Competizione es un regreso a las raíces y un laboratorio para el futuro. Se creó en medio de un profundo proceso de reorganización del sector automovilístico mientras se preparaba para afrontar el nuevo milenio. En su presentación, en 2006, el 8C obtuvo 1400 pedidos de todo el mundo en unas pocas semanas, y los 500 vehículos numerados previstos se agotaron mucho antes de su producción.
La esencia de Alfa Romeo
La historia del 8C Competizione comienza con su nombre. "8C" se refiere a los coches de ocho cilindros diseñados por Vittorio Jano, que en los años 30 ganaron carreras en todo el mundo. "Competizione", por otro lado, era el nombre del 6C 2500 que Juan Manuel Fangio pilotó en la Mille Miglia de 1950. Creado para sintetizar y relanzar la quintaesencia de Alfa Romeo, el 8C empleó soluciones técnicas muy apreciadas por la marca desde el principio. El 8C contaba con un generoso motor V8 de 4,7 litros capaz de entregar hasta 450 CV, pero sobre todo marcaba un retorno a la caja de cambios en el eje trasero, ausente en los modelos de Alfa desde principios de los años 90. El resultado fue un coche con una relación peso/potencia óptima, capaz de alcanzar 100 km/h desde 0 en 4,2".
Un homenaje a la historia del diseño automovilístico
"Se llama 8C y creo que es simplemente el coche más hermoso jamás construido": así lo describió el presentador de "Top Gear" en la BBC. Se parecía a un concurso de adivinanzas sobre la historia de la marca. Sus "ojos" procedían del 33 Stradale, ligeramente más alto que la línea del capó; su parte trasera recordaba a la del Giulietta SZ del 61, el primer "maletero recortado" de la historia del automovilismo; las luces traseras circulares son un homenaje al Giulia TZ, otro monarca de los circuitos. El 8C jugó fascinantes juegos con el pasado, como si el Alfa Romeo Centro Stile rindiera homenaje a toda una era del diseño de automóviles. El 8C Competizione tomó como inspiración a modelos Alfa Romeo de todos los períodos y les rindió un homenaje con la audacia de sus volúmenes, sus líneas limpias y su descarado enfoque en los rasgos distintivos atemporales de la marca.